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¿Qué países lideran en sostenibilidad en América Latina?

La sostenibilidad ya no es solo una tendencia, sino una necesidad urgente frente a los efectos del cambio climático, la pérdida de biodiversidad y las crecientes demandas de energía limpia. Mientras algunos países avanzan lentamente, otros han logrado dar pasos firmes hacia un modelo de desarrollo más responsable con el medio ambiente, la economía y las personas.

En América Latina, varias naciones han comenzado a destacar por sus políticas sostenibles, adoptando energías renovables, marcos legales modernos, incentivos fiscales verdes e incluso innovación tecnológica aplicada a la gestión ambiental. A continuación, se presentan los casos más representativos —excluyendo a Costa Rica y Barbados, ampliamente conocidos por sus logros— para mostrar cómo otras economías de la región están construyendo un camino verde.

¿Qué es una política sostenible?

Una política sostenible es una medida o estrategia adoptada por un gobierno o institución para promover el uso responsable de los recursos naturales, reducir la contaminación y mejorar la calidad de vida sin comprometer el bienestar de las futuras generaciones. Esto puede incluir leyes ambientales, incentivos fiscales, inversiones en energías limpias o programas educativos.

¿Por qué es importante?

Implementar políticas sostenibles impacta positivamente en tres grandes áreas:

  • Vida humana: Mejora la salud pública al reducir la contaminación del aire y del agua.
  • Economía: Atrae inversiones y genera empleos en sectores como la energía renovable y la tecnología verde.
  • Medio ambiente: Reduce emisiones y protege ecosistemas vitales para la seguridad alimentaria y el agua.

Chile: innovación y energía limpia

  • Líder en energías renovables no convencionales, con un 26% de su capacidad instalada proveniente de fuentes limpias.
  • Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), ha implementado políticas sólidas de gobernanza pública para enfrentar el cambio climático.
  • Es el país número uno en el Índice Latinoamericano de Inteligencia Artificial (ILIA) con 73,07 puntos, destacándose en innovación aplicada a la sostenibilidad (CEPAL).

Ejemplo: El desierto de Atacama alberga algunos de los parques solares más grandes del mundo.

Argentina: fiscalidad verde y captación de inversiones

  • Ha aplicado impuestos al carbono para financiar acciones climáticas, una herramienta destacada por la CEPAL.
  • En 2024 fue uno de los países que recibió más inversión extranjera directa en la región, atrayendo proyectos energéticos y agroindustriales sostenibles.

Ejemplo: Varias provincias argentinas usan los fondos del impuesto verde para modernizar el transporte público eléctrico.

Brasil: certificaciones ambientales y expansión renovable

  • Es uno de los países con mayor número de certificaciones ambientales en los sectores agrícola y minero, según la OECD, reflejando un compromiso del sector privado.
  • Ha incrementado significativamente su capacidad de energías renovables, especialmente en hidroeléctrica y biomasa.

Ejemplo: Grandes productores de café y soja han adoptado sellos ambientales que mejoran su acceso a mercados internacionales.

Uruguay: el campeón energético de la región

  • Más del 98% de su electricidad proviene de fuentes renovables, una de las cifras más altas del mundo.
  • También ha aplicado impuestos al carbono como política fiscal verde, de acuerdo con la CEPAL.

Ejemplo: En Uruguay, incluso los autobuses públicos funcionan con energía 100% renovable.

Los casos de Chile, Argentina, Brasil y Uruguay demuestran que la sostenibilidad no es solo un ideal ambientalista, sino una estrategia económica efectiva. Los países que invierten en energía limpia, incentivos fiscales verdes y tecnología ambiental logran atraer inversiones, crear empleos y mejorar la calidad de vida.

Para avanzar aún más, la región necesita:

  • Medir y transparentar los resultados de estas políticas.
  • Extender los beneficios de la sostenibilidad a comunidades rurales.
  • Fortalecer alianzas público-privadas para escalar soluciones.

La sostenibilidad no es un destino, sino un proceso. Y América Latina ya tiene modelos exitosos para seguir.

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