Minería en República Dominicana y la región: producción, sostenibilidad y desafíos

La minería es la actividad económica que consiste en extraer minerales y recursos naturales del subsuelo, como metales preciosos, cobre, oro o níquel. En la República Dominicana, este sector ha cobrado relevancia por su capacidad de generar ingresos, empleos y desarrollo económico, especialmente a través de la extracción de oro y níquel. Sin embargo, también enfrenta retos importantes relacionados con la sostenibilidad ambiental, la gestión de recursos y la relación con las comunidades locales.

En comparación con otros países de América Latina, la minería dominicana muestra fortalezas en producción, pero debe seguir avanzando en gobernanza ambiental y responsabilidad social para asegurar un desarrollo equilibrado y sostenible.

Producción y proyectos mineros.

La República Dominicana se destaca en la región principalmente por la mina Pueblo Viejo , ubicada en Sánchez Ramírez y operada por Barrick Gold. Esta mina es la mayor productora de oro de América Latina y la cuarta a nivel mundial , con una producción anual aproximada de 30,100 kg de oro en 2018 (Wikipedia).

Comparativamente:

• Perú : Es uno de los líderes mundiales en oro y cobre, con minas como Yanacocha y Las Bambas, pero enfrenta conflictos sociales y problemas de contaminación asociados con la minería (CEPAL).
• Chile : Líder global en cobre, con minas como Escondida y Chuquicamata. Ha avanzado en la adopción de tecnologías para reducir el impacto ambiental, aunque persista la presión sobre los recursos hídricos y la biodiversidad (Banco Mundial).

Estos ejemplos muestran que, aunque la República Dominicana no es líder global en todos los minerales, su producción de oro es estratégica y comparable con los grandes países mineros de la región.

Sostenibilidad y gobernanza ambiental

La regulación ambiental en República Dominicana se sustenta en la Ley General de Medio Ambiente y Recursos Naturales No. 64-00 , que establece normas para la protección de ecosistemas y recursos hídricos. Además, el país participa en la Iniciativa para la Transparencia en la Industria Extractiva (EITI) , obteniendo una puntuación moderada de 83,5 puntos en 2023 (EITI), lo que refleja avances en transparencia pero también áreas de mejora.

Comparaciones regionales:

• Brasil : Ha establecido políticas de minería sostenible, pero enfrenta desafíos graves por deforestación en la Amazonía y contaminación por mercurio en minería artesanal (FAO).
• Costa Rica : Ha optado por prohibir la minería a cielo abierto, priorizando la conservación ambiental sobre la explotación minera (MINAE).

Estas diferencias muestran que la regulación y la gobernanza ambiental son factores determinantes para equilibrar el desarrollo económico y la protección del medio ambiente.

Ejemplos de buenas prácticas y retos

• República Dominicana : Pueblo Viejo ha implementado programas de reforestación, tratamiento de aguas residuales y monitoreo ambiental , buscando reducir el impacto de sus operaciones sobre los ecosistemas y comunidades cercanas.
• Chile : Las minas de cobre utilizan tecnologías de recirculación de agua y monitoreo remoto para proteger los recursos hídricos.
• Perú y Brasil : Aún enfrentan conflictos entre comunidades locales, empresas y reguladores, lo que evidencia la necesidad de políticas inclusivas y sostenibles.

Estos ejemplos permiten entender que la minería responsable no depende solo de la producción, sino de la capacidad de mitigar impactos y garantizar beneficios sociales y ambientales.

La minería en República Dominicana es un motor económico clave, especialmente en la producción de oro y níquel, y se encuentra en una etapa de transformación hacia prácticas más sostenibles. Para consolidar esta tendencia, el país debe fortalecer la transparencia, el monitoreo ambiental, la relación con las comunidades y la adopción de tecnologías limpias. Comparado con otros países de la región, existe un equilibrio entre producción y sostenibilidad, pero siempre con margen de mejora. Promover una minería responsable asegura beneficios económicos duraderos y un menor impacto ambiental.